De vuelta al colegio en Gaza
26 de enero
Grrrrr!!!!
Saludos cachorros, este especial sobre la guerra de invasión de Israel a los palestinos en Gaza, sirve como un medio para reflexionar sobre el mundo en que vivimos, sobre los problemas que existen en el planeta. EStos artículos son para esclarecer quienes son los grupos de poder que agreden, roban, masacran, pisotean, matan... para diferenciarlos de quienes son los que sufren las inbjusticias y la carencia de derechos humanos, alimentos, hospitales, educación, vivienda y seguridad.
Ustedes son, en gran parte, afortunados, muchos de ustedes deben de estar en las playas o en los campos lejos de las bombas y misisles de fósforo. Sientánse felices por lo que tienen, pero siempre prepárense para defender lo suyo: sus ideas, sus hogares y sus vidas. Y sobre todo, como dijera mi amigo, el León Ernesto Guevara, sean capaces de sentir en lo más profundo de su alma cualquier injusticia o atropello que se cometa conta los demás, sean capaces de sentir el sufrimiento de los demás como si fuera el suyo propio. Esra es la cualidad más hermosa que puede tener un ser humano.
Ahora veamos como hacen los niños de Gaza para retornar a sus escuelas, ¿se lo pueden imaginar cachorros?...
De vuelta a clases en Gaza
¡Llegó la luz! (aunque sea por sólo una hora) Esta mañana escuché en la calle a gente gritar. Me pregunté cual sería el motivo. Luego vino la luz de nuevo, ¡hurra! Acto seguido encendí la televisión, cargué mi teléfono móvil y revisé el correo electrónico. Por un momento, me sentí liberado. Hacer este tipo de cosas se ha convertido en algo muy valioso. Diario de Gaza.
Comenzaron a verse mochilas en las espaldas de los niños de Gaza. Volvieron ayer a las escuelas unos 200.000, aunque otros 200.000 tardarán algún tiempo en pisar sus aulas porque los colegios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA) abrirán sus puertas en los próximos días. Ahora, siguen atestados de personas que tuvieron que abandonar sus casas para comprobar a su regreso que de ellas sólo quedan un montón de escombros. Buena parte de esos estudiantes no escuchará a sus profesores en las escuelas a las que siempre acudieron. Las bombas israelíes las han aplastado. Literalmente. Sólo retirar los cascotes y los enormes trozos de techos y paredes llevará meses. Es el caso de la Escuela Americana de Beit Lahia. Otras 35 han sido destruidas.
No hay agua. El agua potable se ha agotado en las tiendas, no hemos podido encontrar ni una gota en todo nuestro vecindario. Debemos usar el agua sin tratar; pero no sin antes hervirla para evitar caer enfermos. Pero hasta para hacer eso tenemos otro inconveniente: nos queda muy poco combustible. Vamos a tener que bebernos el agua sin desinfectar para poder conservar algo de gasolina con la que cocinar. Aunque les puedo asegurar que al cocinar con gasolina la comida termina por saber a gasolina, igual que el café. Hasta nosotros olemos a gasolina. Diario de Gaza.
Mis hijos no han salido de casa en tres semanas. Mi hermana sigue encerrada en la suya. Continúa con miedo de que algo terrible puede sucederle si pone un pie en la calle. Desde que ha empezado el alto el fuego, ha alentado a sus hijos a que vuelvan a dormir en sus camas. Pero se ha levantado esta mañana y los ha encontrado acurrucados y abrazados en el centro del salón, tal y como han venido haciendo durante estas tres semanas. Cicatrizar las heridas que les ha infringido este conflicto les llevará semanas o meses, si no años. Aún no sé nada de mis amigos. No sé si están vivos o muertos.. Diario de Gaza.
En uno de los centros de Beit Lahia, decenas de alumnos podrían entrar en las aulas por los boquetes abiertos por la artillería israelí. Es un alivio también para los adultos. Jalil, padre de cuatro hijos, dos en edad escolar, asegura: "Es casi insoportable estar todo el día con ellos metidos en casa. Es para volverse locos. Los niños necesitan correr, jugar e ir a clase". Es casi seguro que sólo hablarán de un asunto: el ataque israelí.
Más que de impartir clases, se trata de que los chavales salgan de la terrible rutina que han sufrido desde el 27 de diciembre. Muchos echarán en falta a compañeros fallecidos. O a los ingresados en los hospitales. Como Fayez Mohamed Gadash, de 16 años, al que le arrancaron un pedazo de muslo cuando pasaba junto a la escuela de UNRWA en la que murieron 43 personas. O Mahmud Nabil Slim, de 11 años, al que los médicos hacen beber agua con una jeringuilla porque apenas puede abrir la boca. Recibió metralla en la mandíbula y en el pecho.
Noticias terribles. Las noticias son cada vez más terribles sobre la deteriorada situación aquí. El último reportaje que he visto mostraba a un niño que estuvo aferrado a los cuerpos sin vida de sus padres durante cuatro días sin que nadie pudiera acudir a rescatarlo. Diario de Gaza.
Cuando tenemos electricidad, imágenes fugaces de todas partes del mundo aparecen en las pantallas de nuestros televisores. Veo esas imágenes de la gente disfrutando de sus vidas y me pregunto ¿qué diferencia hay entre ellos y yo? ¿Por qué están nuestras vidas en un mundo aparte, a pesar de vivir en el mismo planeta? Espero que esa gente se pregunte lo mismo cuando vean imágenes del horror que está aconteciendo en Gaza. Diario de Gaza.
No aprenderán mucho los próximos días porque el Ministerio de Educación ha recomendado a los docentes que presten ayuda psicológica a unos menores que padecen un trauma descomunal. O tal vez sea al revés. Han aprendido demasiado para su edad en los 23 días de guerra. No es difícil toparse por las calles con chavales con la cabeza vendada. Y se ven más muletas de las habituales. Como es natural, las aulas estarán repletas por la repentina escasez de instalaciones. El Gobierno de Hamás ha pedido también que se establezcan más turnos para atender la demanda. No obstante, muchos niños esperarán. Es el caso de Omar, de nueve años, cuya casa fue derribada por la aviación israelí y que ahora vive demasiado lejos de su escuela.
Cuando menos servirá para que niños y adolescentes olviden por un rato el horrendo lugar al que les tocará volver cuando terminen las clases cada día. En la periferia de las ciudades, según se acerca uno a la frontera israelí, el panorama es dantesco. Cientos de familias pasan las horas de luz del invierno sobre las ruinas de sus viviendas. Por la noche duermen en casas de vecinos, en chozas de madera y techo de metal -abunda la chatarra después de campaña militar israelí, Plomo Fundido-, o en pequeñas carpas de plástico. Nada pueden hacer salvo esperar caridad. Probablemente, lo único que no escasea en la franja.
Noticias censuradas. Los perros están empezando a comerse los cadáveres que no han sido enterrados. Parece que estas noticias no llegan a algunas partes del mundo. ¿Están siendo "censuradas" porque la gente no puede asumir la verdad de lo que nos está ocurriendo? Y si la verdad saliera fuera, ¿habría alguna diferencia? Diario de Gaza.
Situaciones críticas. La situación ha llegado a un punto extremadamente crítico. Tanto es así que los médicos se encuentran ante disyuntivas como tratar a aun niño que se está desangrando o al bebé que tiene graves heridas en su cabeza. Mientras los doctores se plantean estas duras cuestiones, algunos políticos debaten si nos encontramos o no en una crisis humanitaria. Diario de Gaza.
La vuelta a clase es también parte del esfuerzo del Gobierno islamista por demostrar que siguen ocupándose de los servicios que preocupan a los ciudadanos. Durante toda la guerra lo hicieron. Y muchos ciudadanos lo agradecen estos días. A pesar de las bombas que podían caer en cualquier lugar, la policía, aunque vestida de paisano, se encargó de que mantener la seguridad en las calles. No ha habido casos de pillaje, y eso que las puertas de cientos de comercios saltaron por los aires dejando al alcance de cualquiera las mercancías.
Mientras la cifra de muertos siga aumentando, mi mujer y yo pasamos las horas esperando a que llegue nuestro turno. Ahora, por la noche, intentando conciliar el sueño le digo: "Buenas noches, mi amor. Te veo en el cielo". Diario de Gaza.
El País - España
Euro News
Prensa Latina
Estos relatos son estremecedores, pero es la vida real de Gaza...
Diario de Gaza
Recuérdenlo: hay amigos y hay enemigos. Amen a sus amigos y odien profundamente a sus enemigos. Y sobre todo: Nunca de olviden que existe un lugar en el mundo llamado Gaza y que todos sus habitantes sufren.
Grrrrrrr!!!!
Leo el León
(también es de Gaza)
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